LA IGLESIA EN ESTOS TIEMPOS TURBULENTOS

Nuestro señor Jesucristo educó y advirtió a su Iglesia sobre los últimos tiempos; por ejemplo, en Mateo 24 Jesucristo presentó una serie de datos que apuntan al tiempo antes de su venida, y todas las profecías de este pasaje que se cumplieron en la historia, tienen un carácter de continuo cumplimiento y aplicación, en lo largo y ancho de los últimos tiempos. Por eso podemos observar como en esta época los tiempos de dolores se cumplen (v. 8), el auténtico cristianismo es atribulado, perseguido, aborrecido y traicionado (vv. 9-10), los falsos profetas dominan el escenario actual engañando (v. 11) y hay un aumento desproporcionado de la maldad y sus consecuencias (vv. 12-13), se ha levantado una abominación desoladora de sacrilegios contra lo santo (v. 15), está a la puerta la amenaza de una gran tribulación (vv. 21-22), y este mundo necrótico está en descomposición permanente (v. 28). Ante lo dicho, todo este escenario solo tiene una sola esperanza, que no es el Estado, los partidos políticos, la sociedad civil, la ciencia, la ONU, los poderes fácticos, el poder judicial, la economía, la filosofía, la religión y las sectas misterios; la única esperanza que puede cambiar el derrotero de este mundo es la Iglesia de Jesucristo con su Evangelio (v. 14).

La Iglesia tiene todo poder delegado por Jesucristo, para hacerles frente a todos los males y perversidades de este mundo; solo y únicamente la Iglesia es la llamada para predicar el evangelio de la Verdad, la Justicia y la Paz, solo la Iglesia tiene el poder eterno para hacerle frente a estos tiempos difíciles. La Iglesia en este mundo es baluarte de la Verdad, por lo cual, su evangelio no solo es noticia sino vida, no solo es púlpito sino también las calles, no solo es predicación también es discipulado, no solo es salvación sino también sanación, no solo es regeneración porque también es restauración, no solo salva el alma sino también el cuerpo, no solo transforma la vida sino también la casa, la familia, la sociedad y el Estado.

La iglesia no necesita el permiso humano para salir en defensa de los pobres con el evangelio de Jesucristo

Ps. Rolando Díaz

La Iglesia no tiene que pedir permiso, o esperar la desgracia para actuar a favor de los pecadores: la Iglesia tiene un mandato que está ligado intrínsecamente a la agenda del Reino de los Cielos que se está implantando en esta tierra. Ya la iglesia tiene una agenda opositora a todo lo malo, corrupto y perverso; por eso, la iglesia no necesita el permiso humano para salir en defensa de los pobres con el evangelio de Jesucristo. Y por otro lado, la Iglesia no necesita las plataformas de la política, las universidades, los medios y el Estado para llevar a cabo su misión evangelizadora; ya la Iglesia tiene como medio misionológico al poder del Espíritu Santo y las directrices de la Biblia, para dar buenas nuevas a los pobres, para sanar a los quebrantados de corazón, para pregonar libertad a los cautivos, para dar vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, y para predicar el año agradable del Señor. La Iglesia no puede seguir en silencio ante un mundo turbulento en vía de su eterna destrucción.

¡Despierta Iglesia!

Ps. Rolando Díaz, Comunidad Bíblica Cristiana de Allentown.

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