El texto bíblico nos señala que el sello de la Bestia es el número de su nombre, por lo que muchas cosas han sido “identificadas” como el sello de la Bestia a lo largo de los años: el código de barras, los chips de identificación RFID, el internet, y más recientemente las vacunas contra la Covid-19. Identificar qué es el sello debe permitir identificar quién es la Bestia.
