El ministerio, para ser ministerio, requiere de compañía, de cercanía y colaboración entre los hermanos, los necesitados. Y, por lo mismo, los que sirven, sin importar que tan “maravillosos sean”, necesitan de ayuda, deben servir y ser servidos.

El ministerio, para ser ministerio, requiere de compañía, de cercanía y colaboración entre los hermanos, los necesitados. Y, por lo mismo, los que sirven, sin importar que tan “maravillosos sean”, necesitan de ayuda, deben servir y ser servidos.