INTEGRIDAD (VI)
“El que en integridad camina será salvo; Mas el de perversos caminos caerá en alguno.” (Proverbios 28.18, RVR60)
Un particular, desigual, pero significativo contraste. Se trata del adecuado andar o vivir de aquel que profesa vivir para Dios. No hay otra, o aspiramos fuerte, firmes y decididamente por la piedad o vivimos expuestos al mal y la consecuente caída.
En verdad los énfasis están en las consecuencias del vivir, de una de estas únicas dos posibles formas o maneras.
Ser salvado es el fruto seguro de quien elige vivir en integridad. Puede contar con Dios, pues él se agrada de quien así se esfuerza en agradarle. Por el otro lado, aquel que opta por el mal, quien prefiere el mal (aún cuando al presente parece dar pingües beneficios) será pasado de mucho dolores. Caerá, será afligido y al final la miseria será su consuelo más preciado (Lucas 16:19-31).
¡Qué el Señor nos ayude! Bendiciones, seguimos orando.
En Cristo:
