No es tan extraño: al pasar el tiempo observas que no elegiste a tus amigos, porque de haberlos elegido ellos estarían contigo. Elegiste socios, compañeros, pero nada más. La amistad, tan valiosa y necesaria como es, es comprendida y apreciada más en el sufrimiento que en la alegría. Estar rodeado de multitudes que ríen contigo …
